El gobernador dijo que revisarán las habilitaciones luego de confirmar 13 casos nuevos de coronavirus.

El gobernador Omar Perotti advirtió que analizarán la situación epidemiológica para ver si dan marcha atrás con las habilitaciones vigentes por la pandemia. En particular, sostuvo que las reuniones afectivas en Santa Fe “en muchos casos dejaron de ser encuentros” para convertirse en “fiestas”.
A la luz de las últimas denuncias en la capital santafesina y en Rosario, el mandatario indicó que el incumplimiento de la normativa sanitaria fue “una realidad” este fin de semana. “Vamos a seguir con mucha firmeza en los controles, pero también teniendo la evaluación de cada una de las actividades”, anticipó de cara al Día del Amigo.
Si bien hizo hincapié en que el incremento de la circulación hacia zonas de mayor contagio y a la reactivación económica fueron los factores de la aceleración de la curva, Perotti se mostró preocupado por “ciertas conductas que están relajándose”. Así puntualizó que “el barbijo dejó de estar tan puesto como siempre” y pidió “retomar ese cuidado” junto con el distanciamiento.
El Ministerio de Salud reportó este lunes 13 casos nuevos de coronavirus en Santa Fe. Las autoridades confirmaron que más de la mitad corresponden a Rosario y el resto se refiere a otros puntos del sur de la provincia, salvo dos personas con domicilio en la ciudad capital.
Desde el Ejecutivo informaron que siete pacientes viven en Rosario, y dentro de ese grupo, cinco tienen un contacto cercano con los casos confirmados anteriormente. Esta misma situación se verifica con dos habitantes de Santa Isabel, uno en Zavalla y otro en Pavón, muy cerca de Villa Constitución, donde la semana anterior se llevó a cabo el plan nacional Detectar para monitorear la situación en el barrio Domingo Troilo.