Aunque la provincia cuenta con unos 57 mil millones de pesos en caja y cerró el último ejercicio con un superávit de 8 mil millones, el gobernador abrió el paraguas en vistas al inicio de las conversaciones con los gremios estatales.

A diferencia de lo que ocurre en otros distritos del país, en los que hay escasez de fondos, las cuentas de Santa Fe incrementaron notablemente sus recursos durante todo el 2020. No obstante, para Omar Perotti no parece ser una razón suficiente para ofrecerle a los empleados públicos actualizaciones salariales acordes al contexto inflacionario.
Según un informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA), la provincia cuenta con 57 mil millones de pesos en depósitos bancarios, un número que comenzó a engordar desde el inicio de la cuarentena en marzo del año pasado y que sigue en alza.
Además, en julio de 2020 la provincia cerró su ejercicio financiero con un superávit de 8 mil millones de pesos, de acuerdo a los datos publicados en su momento en el informe mensual de seguimiento Ley de Responsabilidad Fiscal, a raíz del aumento de la recaudación y del crecimiento de la inflación.
Sin embargo, pese a que las arcas públicas santafesinas pasan por su mejor momento, Perotti sembró dudas sobre cuánto ofrecerá su gobierno en las paritarias a los docentes, trabajadores de salud y empleados de la Administración Central.
«Uno desea poder estar en condiciones de responder. No estamos para tirar manteca al techo. Estamos mejor que el año pasado. Esto permite analizar con seriedad y responsabilidad con los gremios. Vamos a comprometernos a lo que podamos cumplir», afirmó el gobernador.
«En este momento el análisis se hace con los números en la mesa, que son mejores que el año pasado. ¿Son los que quisiéramos tener? No. ¿Recuperamos el nivel de recaudación y actividad? No, pero son mejores que el año anterior», agregó el mandatario provincial a modo de reflexión, sin tener en cuenta los miles de millones que Santa Fe tiene en caja.
Las conversaciones comenzarán el próximo 4 de febrero. En primera instancia, el recientemente designado ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, se reunirá con ATE y UPCN, los gremios que nuclean a los empleados de la Administración Central. Luego será el turno de los docentes, agrupados en Amsafe y Sadop, y finalmente con el sector de salud.