El secretario de Energía, Darío Martínez, afirmó que las tarifas de gas y electricidad, y el precio de los combustibles, no volverán a aumentar en lo que resta del año.

El gobierno nacional aseguró que las tarifas de luz y gas no volverán a aumentar este año, así como tampoco el valor de los combustibles.
El secretario de Energía, Darío Martínez, destacó que se trata de una decisión del presidente (Alberto Fernández) y la vice (Cristina Fernández de Kirchner) tras los sucesivos incrementos y ajustes del primer tramo de 2021
En declaraciones al diario Río Negro, el funcionario señaló que “el presidente y la vicepresidenta decidieron este año que ya hay muchas dificultades” en materia de inflación y en consecuencia “no tener un impacto en cuanto a las tarifas es una decisión que nosotros trasladamos”.
A pesar de la suba del crudo (el barril de Brent cotiza a US$ 74,25 y el WTI a US$ 72,21), el secretario puntualizó que “el precio actual (de los combustibles) debería ser así hasta fin de año”.

«Eso genera una tensión entre el Estado y las productoras pero nosotros creemos que en el segundo semestre no deberían variar los precios, no debería haber incrementos”, remarcó. En ese sentido, los datos de inflación de mayo, con una suba global del 3,3%, mostraron un aumento de los precios de los combustibles y las tarifas de servicios públicos que superaron el nivel general.
De acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en la región del Gran Buenos Aires, el subgrupo “Electricidad, gas y otros combustibles” tuvo un alza del 3,5% en relación con los niveles de abril, en tanto “Combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar” mostró un incremento del 11,3%.
Martínez abordó la cuestión de los subsidios otorgados por el Estado para neutralizar el alza de las tarifas, que algunos especialistas critican por no diferenciar a los usuarios según su nivel socioeconómico. En ese sentido, indicó que en el Gobierno se quiere “hacer un uso inteligente de los subsidios”, pero admitió que “es un proceso complejo de armado de base de datos que nunca se hizo y, en un contexto de pandemia, es más difícil todavía”.