Hasta el 30 de septiembre, el Gobierno de Santa Fe había invertido en infraestructura educativa $620 millones cuando tenía asignado para gastos en capital $6.500 millones, según los datos reflejados en un informe del periodista Mariano Galíndez en Rosario3.com.

El gobierno provincial ejecutó apenas el 9% del presupuesto que tenía para invertir en infraestructura educativa durante 2020, de acuerdo a las cifras publicadas por la administración santafesina al 30 de septiembre pasado. Dichos datos reflejan que sólo se usaron $620 millones de un presupuesto asignado de $6.593 millones para utilizar en «Gastos de Capital».
Los «Gastos de Capital» contemplan diversas inversiones, como la compra de computadoras y pupitres para los establecimientos educativos, la construcción de aulas y escuelas, y la ampliación y refacción estructural de los salones.
Los datos se conocieron justo cuando los gremios docentes están pidiendo mejoras estructurales en la infraestructura educativa para volver a clases presenciales y cuando las escuelas públicas de las grandes ciudades denuncian permanentes robos y daños a sus instalaciones.
En el mismo informe se detalla que el presupuesto 2020 para gastos en Educación ascendió a $92.331 millones, pero al 30 de septiembre sólo se ejecutó el 66%.
En gasto de Personal (sueldos) la ejecución fue plena (74%), ya que el resto se liquida en el último trimestre del año, y un nivel similar de ejecución se dio en Transferencias (64%), el rubro que incluye los subsidios a escuelas privadas para el pago de salarios docentes. Además, en lo que respecta a Bienes y Servicios (insumos de uso diario) se ejecutó el 24% y se explica en que no hubo clases presenciales durante la mayor parte del año.
Sin embargo, el dato que explica la fuerte sub-ejecución del presupuesto en educación es que sólo se gastó el 6% de lo previsto para infraestructura educativa. Comparado con 2019, para la misma fecha ya se había invertido el 62% en el rubro.
Si bien es cierto que el 2020 fue un año atípico por la pandemia, sorprende que se haya invertido tan poco en infraestructura educativa. Desde la Casa Gris y off the record, el ministro de Economía Walter Agosto se escudó en la pandemia como la principal razón para explicar la pronunciada sub-ejecución del presupuesto en educación.
Un presupuesto elaborado en 2019 que sobrestimó los ingresos, una fuerte baja en los ingresos por coparticipación en los primeros 6 meses del año, las complicaciones ocasionadas por el cierre de las oficinas públicas encargadas de las licitaciones, la demora de las empresas contratistas por estar trabajando con personal reducido y un cambio en las prioridades, ya que la pandemia llevó a concentrar gastos en la salud pública.
No obstante, los argumentos del gobierno provincial encuentran contradicciones en relación a otros datos económicos de la gestión de Omar Perotti. Hasta septiembre del año pasado, tenía un superávit de $19.973 millones, que se explica en un 73% por la caída en el gasto del capital (inversión), y actualmente posee una cifra superior a los $57.000 millones en depósitos bancarios y plazos fijos.