El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, se fotografiaron juntos para mostrar el último aporte económico de 2020 que la provincia le hizo a la salud pública de la ciudad. No obstante, el acuerdo celebrado tapa una decisión arbitraria del gobernador y aceptada por el intendente, que dejó a Rosario sin percibir unos $1.300 millones, una situación reflejada por el periodista Mariano Galíndez en el portal Rosario3.com.

Los aportes económicos de la provincia a Rosario en materia de salud pública comenzaron a realizarse en la gestión de Hermes Binner en la Casa Gris, durante 2009. En aquel momento, las contribuciones se establecieron para financiar la alta complejidad, como al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, aunque luego se fueron extendiendo.
El esquema se instrumentó por decreto y funcionó del mismo modo durante varios años: el monto que aportaba la provincia era igual a la ejecución presupuestaria del período anterior y se realizaba con el ejercicio finalizado.
Sin embargo, hacia 2018, el considerable aumento de la inflación (pasó de valores cercanos al 30% hasta un 50%) hizo que el monto, de un año a otro, comenzara a quedar atrasado. Tras buscar diversas soluciones, finalmente en 2019 el gobierno provincial estableció una adenda para que la actualización sea trimestral en lugar de anual, y así evitar que los aportes perdieran ante el índice inflacionario.
Dicha adenda, firmada por el entonces gobernador Miguel Lifschitz, fue válida para 2019, pero no fue renovada por Perotti al asumir en su cargo, por lo que se volvió automáticamente al sistema anterior.
Javkin en ningún momento expresó quejas o desacuerdos sobre este cambio que deja a Rosario con muchos menos fondos en salud, en un contexto inflacionario mucho peor, pese a que sí reprochó que la anterior intendenta, Mónica Fein, contó con más dinero gracias a la mencionada adenda.
Pero no sólo se volvió a un sistema que, en el marco actual, no rinde lo que requiere la salud rosarina, sino que el monto aportado por la provincia a la ciudad se basó en la última revisión de gastos de 2018, porque en 2019 no se presentaron los números de dicho período que servían de referencia.
Es más, lo que se firmó esta semana es la actualización 2019, por lo que se resolvió este enero de 2021 fue la actualización de 2019 luego de cobrar todo 2020 en base a los números de 2018.
Según cifras internas de la administración municipal reflejadas en Rosario3.com, Rosario terminó recibiendo por 2020 unos $2.628 millones, mientras que si hubiese estado vigente el sistema de Lifschtiz hubiera cobrado $3.996 millones, una diferencia de más de mil millones y que se equipara al déficit fiscal que tuvo la Intendencia en 2018.