La legisladora provincial socialista pide que se investigue sobre presuntos hechos ilícitos en los que estarían involucrados el magistrado, el conocido jefe narcotraficante Esteban Lindor Alvarado y el contador Gabriel Mizzau. El accionar del funcionario judicial actualmente es revisado por el Consejo de la Magistratura.

La legisladora provincial del Partido Socialista, Lionella Cattalini, presentó el jueves 8 de agosto en la Justicia Federal de Rosario una denuncia formal contra el juez federal Marcelo Bailaque, en la que solicita una exhaustiva investigación sobre posibles delitos. La diputada pide que se analice la participación del magistrado en una presunta red criminal y de corrupción vinculada con Esteban Alvarado y Gabriel Mizzau, quien, además de manejar los balances de las empresas de Alvarado, también ocupaba el cargo de contador personal del mencionado juez.
Previo a esta presentación, Cattalini solicitó al Consejo de la Magistratura que informe sobre el estado de la denuncia realizada en el año 2022 por el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe contra Bailaque, por obstaculizar la investigación contra Esteban Lindor Alvarado desde el año 2013. Cabe destacar que recién en abril de este año, el Consejo dio lugar a dicha denuncia abriendo un sumario contra el juez federal.
Cattalini subrayó la necesidad de identificar a los responsables que han permitido la impunidad en estos casos. “En Rosario la Justicia Federal llegó siempre tarde. Hay responsables que tienen nombre y apellido, y que durante mucho tiempo se valieron de escritorios y anonimato. Si no cortamos con los círculos de corrupción e impunidad no vamos a terminar con el espiral de violencia”, añadió la diputada.
Otro de los hechos presentados por la legisladora tiene que ver con la contratación sin concurso de Sebastián Mizzau, hijo de Gabriel Mizzau, en el juzgado federal dirigido por Bailaque. Según la información disponible, Mizzau hijo ingresó en 2017 al Juzgado Federal sin el debido proceso de concurso y fue ascendido el mes pasado al Tribunal Federal Oral 3 de Rosario.
La diputada, reelegida en su banca en diciembre pasado, expresó su preocupación: “Es un escándalo que un juez de la Nación comparta contador con el principal narco de la provincia de Santa Fe y que, además, contrate al hijo de dicho contador para que trabaje en su juzgado. Bailaque manejó todas las causas contra Alvarado. Necesitamos esclarecer quiénes están protegiendo a este juez que se ha caracterizado por no investigar, llegar tarde y obstaculizar los procesos judiciales”.

En el contexto de la investigación, se dictó recientemente una orden de allanamiento sobre las oficinas de Gabriel Mizzau. Sin embargo, los domicilios declarados ante la Afip no coincidían con los que en realidad utilizaba. “Que un contador no declare el domicilio real de su estudio es una falta grave. Y por supuesto que la primera hipótesis es que Bailaque le avisó a Mizzau que iban a allanarlo”, expresó Cattalini.
Alvarado fue detenido el 2 de febrero de 2019 en un camping en Embalse Río Tercero, Córdoba, tras evadir a la justicia durante varios años. Durante su captura, intentó deshacerse de su teléfono celular, que contenía información relacionada con su estructura criminal y sus actividades en curso. Según la denuncia, la negativa del juez Bailaque a autorizar una serie de intervenciones telefónicas –pedidas por el Ministerio Público– obstaculizó la pesquisa y facilitó que jefe narco continuara operando su red criminal.

Finalmente, Cattalini se refirió a la situación de la justicia federal: “A nivel nacional corremos riesgo de que Ariel Lijo integre la Corte Suprema de Justicia, un juez acusado de corrupción, y que garantice impunidad para otros jueces corruptos. Por ejemplo, la de Marcelo Bailaque, cuyo sumario fue abierto por el Consejo de la Magistratura dos años después de que los fiscales presentaran la denuncia”, dijo.
“La Justicia es esencial para investigar y sancionar adecuadamente. Si no funciona con eficacia, el crimen organizado avanzará mucho más rápido que el Estado, creando un aparato cada vez más grande que multiplica el delito en Santa Fe y en todo el país”, concluyó.
