Central goleó a Newell’s por 3 a 0 y festejó en el clásico rosarino

Con goles de Marco Ruben, Nicolás Ferreyra y Luca Martínez Dupuy, los canallas pasaron por arriba a un deslucido y apático rival en el duelo más importante de la ciudad.

Una noche soñada para Rosario Central en el Gigante de Arroyito. El equipo del Kily González superó claramente a Newell’s y logró plasmar esa supremacía en el resultado: fue goleada 3 a 0 frente a un rival sin rumbo ni reacción.

Central se adueñó del partido desde el inicio, a partir del manejo de la pelota y del aprovechamiento de las bandas. Del otro lado, Newell’s apostó a esperar con muchos jugadores en su propio campo, sin audacia ni aspiraciones ofensivas, pero ni siquiera de esa forma consiguió achicar la diferencia que hubo entre un equipo y otro.

El primer grito llegó al cuarto de hora, cuando Marco Ruben definió con calidad para coronar una jugada colectiva que se inició desde el arco de Jorge Broun y culminó con una buena triangulación entre Emiliano Vecchio, Lucas Gamba y Martínez.

Los canallas comenzaron a crecer en juego y solidez a partir de la ventaja en el marcador, mientras que el equipo de Germán Burgos peleó toda la noche contra sus propias limitaciones y la falta de rebeldía para intentar equilibrar el desarrollo.

En el complemento, ya sin Pablo Pérez ni Maxi Rodríguez en el campo leproso, Central siguió dominando y metió el segundo gol en la salida de un córner: Lautaro Blanco remató desde fuera del área, el defensor Nicolás Ferreyra desvió la pelota con el taco, ante la pasividad rojinegra, y la mandó al fondo del arco.

A 10 minutos del final, el equipo del Kily encontró la última gran alegría del partido y selló la goleada en el clásico. Luciano Ferreyra asistió a Luca Martínez Dupuy y el mexicano definió cruzado ante la salida de Alan Aguerre.

Central reafirmó la levantada anímica y futbolística que mostró en el partido anterior frente a San Lorenzo, y rindió con una nota sobresaliente uno de los exámenes más difíciles que tenía, nada menos que el cásico contra la lepra. La contracara es el equipo de Burgos, que acumula tres derrotas consecutivas y parece no encontrar el camino futbolístico.