Cuatro de esos casos se registraron en menos de 24 horas.

La ola de homicidios en Rosario no cesa y la confirmación de la muerte de Mario Luis Cáceres, de 60 años, en un presunto contexto de violencia familiar en Granadero Baigorria elevó a cuatro el número de homicidios ocurridos en alrededor de 24 horas en el departamento.
Este ultimo caso se registró la noche del domingo pasado en una casa de Gutenberg al 1000 en Granadero Baigorria. Según fuentes policiales, todo habría ocurrido cuando Cáceres mantuvo una discusión o pelea con Matías S., de 35 años, su yerno. De acuerdo a las primeras informaciones, Matías S. le habría aplicado un fuerte golpe en la cabeza a Cáceres con un trozo de hierro de un metro de largo.
Poco antes de que se conociera el deceso de Cáceres, un hombre de hombre de 28 años, identificado como Marcelo Bustamente, fue asesinado de varios disparos de arma de fuego en Biedma y Cerrillo, en la zona sudoeste de Rosario.
El homicidio se produjo poco antes de las 3 de esta madrugada. Agentes de la policía fueron al lugar ante una denuncia por disparos de armas de fuego en la zona.
Al llegar a ese cruce, efectivos policiales hallaron a un hombre ya sin vida que presentaba varios impactos de bala. Un vecino del lugar declaró que minutos antes había escuchado estampidos de armas de fuego y que al salir a la calle observó a dos hombres huir corriendo hacia las vías del ferrocarril y que en la vía pública había otra persona tirada.
La policía preservó el lugar del hecho y secuestró siete vainas servidas de calibre 9 milímetros. y el médico policial constató que cuerpo presentaba heridas de arma de fuego en la zona lumbar, omóplato derecho, muñeca derecha y abdomen.
La saga de violencia en Rosario recrudecio el lunes pasado. En Avellenada al 6700, en barrio Tío Rolo, fue ultimado Javier Alejandro Miño, quien recibió varios disparos cuando estaba en la puerta de su casa. Sufrió heridas en tórax y abdomen y murió en el acto.
En forma simultánea, pero en Empalme Graneros, se producía otro asesinato. En República y Cullen, Lucas Coppola., de 26 años, recibía un tiro en la cabeza y moría en el acto. En el mismo ataque, un joven identificado como Cristian L., fue baleado en las piernas. En ese lugar, la policía recolectó 20 vainas servidas.
Pero el fin de semana, Rosario padeció una ola de violencia en crecimiento. El domingo a la noche, Roberto Ascurra, de 50 años, fue asesinado por su mujer, en Urdinarraín al 8400, donde ambos vivían. Todo habría sucedido en el marco de una pelea.
Además, el sábado a la tarde, en Villa Gobernador Gálvez, un hombre fue asesinado a balazos desde una moto cuando se encontraba en el interior de un auto junto a una mujer. Eso sucedió alrededor de las 17.45 en General López al 200. La víctima fue identificada como Carlos Ruiz Díaz, de 31 años.
La lista de los últimos hechos de violencia se abrió cuando llegaba el fin de semana. El viernes a la noche, dos bandas que pelean por la venta de drogas en barrio Ludueña se enfrentaron a tiros en Solís y Gandhi. Dos personas murieron y otras cinco resultaron heridas. Una de las víctimas fatales fue Alexis Nahuel «Pingüino» Ortiz, de 22 años y testigo principal en el juicio por el crimen de la militante social Mercedes Delgado que terminó con la condena a 16 años de prisión de Héctor Riquelme. El otro muerto fue Adrián Almaraz, de 25 años y hermano de «Milanesa», líder de una de las bandas en pugna.