Con el espiral de violencia y la ola delictiva creciendo exponencialmente en las calles de Rosario, una incursión del periodista Alberto Delgado por la sede policial de Tarragona bis y Juan José Paso dejó en evidencia el abandono y la desidia del gobierno provincial en el manejo de la policía y de sus políticas de seguridad.

En el lugar, situado en las calles Tarragona bis y Juan José Paso del barrio Fisherton, se encuentran abandonados y tirados más de 50 móviles de la policía de Santa Fe, que podrían estar siendo utilizados en la prevención de delitos y para asistir a los vecinos que padecen los robos y hurtos a diario en la ciudad, una situación que el gobernador Omar Perotti y el ministro de Seguridad Marcelo Saín no están logrando controlar.
La falta de consideración y la ausencia de soluciones concretas de parte de los funcionarios, señalada por los propios habitantes de la ciudad, ponen al descubierto la falta de políticas públicas serias en seguridad, ya que ni siquiera se atienden las necesidades materiales y de recursos básicos para la policía encargada de cuidar a los rosarinos.
En la información publicada en su cuenta de Twitter, el cronista de policiales Alberto Delgado detalló que, del total de vehículos, la gran mayoría corresponde a modelos recientes y adquiridos en los últimos años por el gobierno de Santa Fe: hay 30 Ford Focus modelo 2018 y unas 15 camionetas 2016/17.
Pensé que era mentira… pero me di una vuelta por Tarragona y Juan J Paso… además de escuchar a una mujer de 83 años que la habían asaltado en modalidad de entradera me encontré con esto @emergenciasAR https://t.co/KvwXj27laG pic.twitter.com/hrKqW5JHtD
— Alberto Delgado (@leodelga2) January 20, 2021
En las imágenes se observa una gran cantidad de móviles abandonados, con los neumáticos pinchados o desinflados, sin capots, con paragolpes rotos y otras partes faltantes o averiadas, y también otros en buen estado pero sin uso, mientras la inseguridad se multiplica cada día en toda la ciudad.
Algunos días atrás, un grupo de más de 30 vecinales de Rosario, cansados de la inseguridad y de reclamarle respuestas a Perotti, quien en su campaña para ser gobernador prometió «paz y orden», expresó públicamente su disconformidad en una reunión con la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, desde le Casa Gris se mantiene el silencio. Y a la falta de diálogo con los vecinos afectados por la realidad se le suman episodios como este, que desnudan la desidia con la que se manejan los recursos y herramientas para las fuerzas de seguridad.