El hecho ocurrió en Rosario en enero de este año. Un chofer de la línea 132 abusó sexualmente de una chica de 19 años.
El Juez de Primera Instancia Florentino Malaponte condenó al colectivero Norberto Gabriel Molina, de 36 años, a la pena de 4 años y 10 meses de prisión efectiva, por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y abuso sexual gravemente ultrajante contra una mujer de 19 años.
A su vez, la pena de prisión será acompañada por la inhabilitación para ejercer tareas o ser empleado de cualquier servicio público durante el mismo período.
El hecho ocurrió el 15 de enero pasado en la zona sur de Rosario. La víctima, una mujer de 19 años, se subió al colectivo de la línea 132 en la parada de las calles Battle y Ordóñez y Ovidio Lagos. Al llegar al puente de Lagos y Circunvalación, el chofer frenó, apagó las luces del interior del coche, trabó las puertas y forcejeó con la chica para intentar abusarla sexualmente, aunque no logró su cometido.
De acuerdo al relato reconstruido por la Justicia, sobre calle Dorrego, antes de llegar a la intersección con Virasoro, Molina detuvo la marcha, estacionó y abusó sexualmente de la víctima.
Luego, el condenado continuó con el recorrido de la línea y amenazó a la joven, impidiéndole bajarse mientras se subían otros pasajeros. Finalmente, al llegar al centro de la ciudad, la víctima pudo descender de la unidad y escapar.
