Es por el incumplimiento del protocolo sanitario en el amistoso que enfrentó a los Canallas con Belgrano de Córdoba.

El Ministerio de Seguridad de Santa Fe efectuó una denuncia penal contra Rosario Central a raíz de los incumplimientos detectados en la instrumentación del protocolo de sanidad en el amistoso que el club disputó el 10 de octubre ante Belgrano de Córdoba, en el estadio Gigante de Arroyito.
De acuerdo al criterio del gobierno hubo unas 180 personas que no eran esenciales y estaban en las instalaciones de la institución al momento de realizarse el partido. Previamente, entre la cartera de seguridad y el club habían establecido la cantidad de personas habilitadas para entrar y el cumplimiento del protocolo sanitario bajo las normas del Ministerio de Salud nacional y provincial y la AFA.
En el escrito presentado se sostiene que “dirigentes de Rosario Central incurrieron en deliberadas infracciones a los artículos 205 y 209 del Código Penal, así como de los protocolos sanitarios emitidos por el Gobierno Nacional y Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe para garantizar la prevención y el control de la circulación social del virus Covid-19”.
«Para sorpresa del Ministerio de Seguridad, no solo las listas fueron entregadas fuera del horario reglamentario, sino que además contaban con 269 personas autorizadas en la primera, y 283 en la segunda».
«Es decir, que Rosario Central pretendía el ingreso de 283 personas para un amistoso a puertas cerradas, donde cada delegación debía tener un máximo de 35 personas (entre jugadores, cuerpo técnico/médico, administrativos y dirigentes), y asegurar el desarrollo normal del encuentro mediante personal de intendencia del estadio, Utedyc y periodistas que hagan posible la transmisión por televisión», agrega el texto presentado por Diego Lluma, subsecretario de Seguridad Preventiva.
Además, en la denuncia también se mencionó que el vicepresidente de Central, Ricardo Carloni, y el intendente del estadio, Sergio Quiroga, intentaron justificar las irregularidades argumentando que «la gente hace mucho que no ve fútbol» y que se los podía «esconder en las plateas» para que no sean tomados por las cámaras de televisión.